miércoles, 22 de abril de 2020

EMILIO PETTORUTI EN CHILE


La influencia que se observa en el arte nacional de la cultura europea, ha sido siempre una inquietud de ciertos sectores que apuestan tener un arte propio de carácter local, la llamada identidad nacional. Pero, muchos olvidan que nuestra cultura, no nace con los albores de la república, ni se modificó al momento de que nuestros países se independizarán del imperio español del que formaban parte. España y la cultura europea esta y estará presente siempre, porque la nuestra es una prolongación de ella.

Por ese motivo que las influencias en el arte de Europa llegan tarde o temprano, y se imponen a fuerza de la aceptación de los sectores más liberales de nuestras sociedades, con la oposición cierta de los sectores conservadores.

También es cierto que las culturas existentes al momento de la conquista por parte de España, han sido influyentes en el arte americano, en general. Y de esta manera el arte se nutre no tan solo de Europa y sino también de las vertientes culturales indígenas americanas.

El caso de Emilio Pettoruti, es similar a los precursores de los cambios en el resto de los países Latinoamericanos, rechazados en un inicio, pero después pasan a ser reconocidos en el entendido que sus obras están a la par de Europa.

El caso de Pettoruti, en relación a Chile es un caso singular. Fue tal el impacto que produjo en el medio artístico la presentación sus obras, que un amplio sector dio por hecho que estábamos en un mundo, que ya se había extinguido en Europa. En ese momento pasan a ser considerados como nacionales distinguidos y orgullos de la nación, a los innovadores en el arte.

Antes hay que hacer un alto y explicar como era Chile en los años de la Década del Cincuenta, cuando Pettoruti exhibió su obra en Chile. El país en ese entonces, era considerado por todos, como una isla, que estaba aislado del resto del mundo. Éramos los ingleses de Latinoamérica, por nuestra calidad de isleños. Esta particular manera de definir a Chile, era un lugar común y era referido en cualquier disciplina, como la justificación a nuestros problemas. La inferioridad económica de Chile, era explicada, por la lejanía a los centros de comercio y a la calidad de isleños de nuestros compatriotas, que no estaban en conocimiento de los adelantos que ocurrían en el mundo en áreas de la tecnología y del pensamiento intelectual, era el culpable de los atrasos del país. El pensamiento que se suponía tenia un isleño, es decir, conservador y enemigo de la inclusión de pensamientos y culturas ajenas en el país, era el culpable que no llegará la influencia, ni el pensamiento contemporáneo europeo.

El mundo vivía la época de post guerra. La Segunda Guerra Mundial había terminado el año 1945 y el mundo se reponía de un hecho que tuvo un impacto similar a una pandemia, la economía mundial, estaba en vías de normalizarse. La intelectualidad comenzaba a su vez a recomponerse y se escuchaban las voces de los pensadores, escritores, y artistas en general, que predicaban nuevas sendas para lograr la paz definitiva en el mundo.

Chile, era un país expectante de los hechos mundiales, y se iniciaban movimientos de cambios que en la década de los años sesenta, aflorarían y llevarían al país a situaciones limites en la década siguiente. El arte no era tema de discusión, existía la academia que dictaminaba el orden y los movimientos que podían existir eran sencillamente ignorados.

Los artistas que calificaban como tales de acuerdo a lo dispuesto por la autoridad gubernamental se les premiaba para ir a estudiar a Francia o Italia, y a su regreso compartían sus nuevos conocimientos con los artistas nacionales.

Pettoruti llega en un momento en que en Chile se suponía que la abstracción era una desentendida forma de hacer arte, que por el hecho de ir contra de lo que la Academia entendía como el quehacer artístico. Era una época en que la gente hacia burlas de Picasso y los artistas abstractos, considerándolo un arte infantil y carente de significados.

Pero, al poco andar el resultado de la Exposición fue un abrir la visión hacia un mundo concreto y donde el color y la forma tenía resonancia en la visión del publico. Era una forma inteligente de hacer arte, lo que demostraba la obra del autor.

¿Quién era Emilio Pettoruti? 

La respuesta puede ser sencilla: Pettoruti fue un artista argentino que provocó un cambio en la perspectiva del arte en su país, al introducir el concepto del abstraccionismo en la elaboración del arte de parte de los artistas, para lo cual debió enfrentar a la critica de su época y lograr la aceptación de parte del publico.

Pettoruti viajó a la edad de 21 años a Italia, a la ciudad de Florencia, a estudiar el arte clásico, pero al poco andar conoció a los denominados futuristas, que tenían una concepción diferente de hacer arte. Por la atracción de esta mirada de hacer arte, dio paso a un periodo de investigación de los diferentes movimientos que se daban en Europa, en plena Primera Guerra Mundial, para lo cual se traslado a distintas ciudades y países en los años siguientes. Así, estuvo en contacto con los cubistas y otros movimientos vanguardistas, que con el tiempo tomaron fuerza y de los cuales surgirían artistas de gran consideración mundial. De estos movimientos, tomó sus ideas que experimento en sus obras, en una búsqueda inicial, para lograr al final un personal enfoque del abstraccionismo.

Después de once años en Europa regreso a la Argentina y expuso el resultado de sus años de permanencia entre lo más granado de los movimientos vanguardistas. Durante los más de veinticinco años posteriores, desarrolló y dio a conocer su obra en su país, manteniendo una lucha permanente contra los detractores de la vanguardia.

Regreso a Europa en el año 1952, viviendo en Paris, hasta morir el año 1971. Durante esos años logró una consideración mundial, plasmada en premios y en exposiciones en lugares de renombre.


La visita de Emilio Pettoruti a Chile

El año 1950 visitó Chile, Emilio Pettoruti, invitado por el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, que coincidió con la “Exposición retrospectiva del pintor Emilio Pettoruti”. Esta visita oficial a Chile, permitió que el mundo artístico nacional pudiese tomar contacto personal con Pettoruti. Muchos de los artistas nacionales que adoptaron posteriormente el abstraccionismo en su obra, fueron sus alumnos. 


Si consideramos que nuestros artistas, en su totalidad no tenían posibilidad cierta de viajar a Europa, referente obligado del arte nacional, luego, en esa época, la posibilidad de tomar contacto con un artista como Pettoruti, persona de gran conocimiento del arte abstracto y que mantenía un contacto permanente con la intelectualidad europea vigente, para ellos era sin duda una gran oportunidad de tomar conocimiento de las tendencias vanguardistas, de las cuales tenían una vaga información.

De la exposición realizada en el Museo Nacional de Bellas Artes, la crítica de arte de la época, la consideró en más cincuenta artículos de prensa, con una reconocida aceptación de su obra.

Fue de tal éxito, de la visita de Pettoruti que fue invitado el año siguiente, a las Escuelas de Verano que organizaba la Universidad de Chile. En las charlas dictadas por Pettoruti, tuvo una gran concurrencia de artistas y críticos de arte.

La visita de Pettoruti, marca un nuevo hito en la aceptación del arte geométrico en Chile. Como se verá, posteriormente surgirán el Grupo de los Cinco, el Movimiento Forma y Espacio y el Grupo Rectángulo, impulsados por artistas vinculados a Pettoruti.

Es destacable el hecho que Emilio Pettoruti era casado con la crítica chilena María Rosa González, quien desarrolló una larga carrera periodística en Chile en el diario Las Ultimas Noticias y en Argentina en el diario La Nación. Le toco acompañar al artista en una prolongada lucha por la aceptación del abstraccionismo en su país. María Rosa, tal vez ha sido olvidada, inmerecidamente como precursora del abstraccionismo. Sus escritos sobre Piet Mondrian y el Arte Abstracto fueron fundamentales para el conocimiento de esta tendencia. 









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